En la Argentina, desde 2020, la interrupción voluntaria del embarazo es un derecho para niñas, mujeres y todas las personas con capacidad de gestar hasta las 14 semanas de gestación. Pasado ese período, solo permite el acceso a la práctica si el embarazo es producto de una violación o ante el peligro de la vida y la salud de la persona gestante. El concepto de salud, tal como la entiende la Organización Mundial de la Salud, es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedad.
Luego de la firma del consentimiento informado, el aborto debe garantizarse en los servicios del sistema de salud o con su asistencia en un plazo máximo de 10 días. La ley 27.610 incorpora la interrupción voluntaria del embarazo en el Plan Médico Obligatorio y en el Programa Nacional de Garantía de Calidad de la Atención Médica. Además, establece el derecho a la atención postaborto.
Desde su promulgación, la ley de aborto voluntario está vigente en todo el territorio nacional. Es decir, en todas las provincias. No requiere de adhesiones provinciales o reglamentación para su vigencia.