En las últimas décadas la participación de las mujeres y de las personas LGBTI+ en el mundo laboral (tanto en Argentina como en la región) se ha incrementado notablemente, aunque esa participación está signada por la desigualdad que obstaculiza su acceso, permanencia y desarrollo en el mundo laboral.
Siguiendo los indicadores laborales básicos (cfr. INDEC, Encuesta Permanente de Hogares, 3er Trimestre, 2019), en Argentina, la participación de las mujeres en el mundo del trabajo es mucho más injusta que la de los varones.
- En primer lugar, se reconoce la existencia de una brecha en la participación en el mundo laboral: la tasa de actividad presenta una diferencia de más de 20 puntos entre varones y mujeres (70,2% contra 49,2% respectivamente) para el tercer trimestre de 2019. Si se tiene en cuenta la tasa de empleo, se observa que los varones están empleados en una proporción mayor que las mujeres (64% y 43,9% respectivamente). Podemos definir, desde aquí, la existencia de una brecha en el acceso al trabajo situación de esta población en la Argentina. Ingresar al mundo del trabajo para estas personas implica enfrentar situaciones de discriminación por orientación sexual y/o identidad de género o expresión de género, llegando en muchos casos a sufrir hostigamiento, acoso, o violencia.
- La tasa de desocupación resulta mayor en mujeres que en varones, es decir que es mayor la proporción de mujeres que no tienen trabajo y lo están buscando activamente. Si se tiene en cuenta la relación entre la edad y el género, se observa que la tasa de desocupación de las mujeres de 18 a 29 años se incrementa en 4,7 puntos porcentuales respecto a la de los varones de la misma edad.
- Este diagnóstico implica, además, reconocer que la desigualdad de géneros es un factor nodal de la feminización de la pobreza en Argentina.
Según el informe “Impacto económico en mujeres y diversidades en el marco de la pandemia COVID-19” elaborado por el Observatorio de la violencia y las desigualdades por razones de géneros del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, si se considera la distribución de ingresos totales según deciles, es posible identificar que casi 4 de cada 10 mujeres que perciben ingresos propios se ubican en los tres deciles más bajos (cuando en el caso de los varones, dicha proporción resulta de 2 de cada 10). En oposición, casi 4 de cada 10 varones tienen ingresos propios que les permiten ubicarse en los deciles más altos, reduciéndose a 2 de cada 10 en el caso de las mujeres. Las mujeres en la Argentina de hoy son más pobres, más aún si tienen hijes u otra persona a cargo, y esto se debe a un problema fundamental en el acceso al trabajo remunerado en condiciones de igualdad.